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El Poder de los Idiomas: 8 Mujeres que Transformaron sus Vidas a Través del Aprendizaje de una Nueva Lengua

Aprender un nuevo idioma es mucho más que memorizar vocabulario y reglas gramaticales. Puede abrir puertas a nuevas oportunidades profesionales, facilitar conexiones culturales y permitirnos acceder a experiencias que de otro modo estarían fuera de nuestro alcance. A lo largo de la historia, muchas mujeres han demostrado cómo el aprendizaje de una segunda lengua puede potenciar el crecimiento personal y profesional. A continuación, exploramos algunos casos inspiradores.

Malala Yousafzai: Usando el Inglés para una Causa Global

Malala, la activista paquistaní por la educación de las niñas y la más joven ganadora del Premio Nobel de la Paz, aprendió inglés tras mudarse al Reino Unido. Su dominio del idioma le permitió comunicarse globalmente sobre la importancia de la educación, elevando su voz en escenarios internacionales y permitiendo que su mensaje llegara a millones de personas.

Serena Williams: Rompiendo Barreras en el Deporte y los Negocios

La tenista estadounidense Serena Williams aprendió francés para poder comunicarse mejor durante sus torneos en Francia, como el Abierto de Roland Garros. Hablar un segundo idioma le permitió conectarse con fanáticos y medios internacionales, abriéndole puertas en el mundo de los negocios y la moda.

Anne Hidalgo: Un Puente Entre Culturas

La actual alcaldesa de París, Anne Hidalgo, nació en España y se trasladó a Francia siendo joven. Su fluidez en ambos idiomas ha sido clave en su carrera política, permitiéndole actuar como un nexo entre las culturas francesa y española, y facilitando su comunicación en foros internacionales.

Gabrielle Union: Expandiendo su Carrera con el Español

La actriz estadounidense Gabrielle Union aprendió español para interactuar mejor con la comunidad hispanohablante y expandir su carrera internacionalmente. Su fluidez le ha permitido asumir papeles en producciones dirigidas a audiencias de habla hispana y fortalecer su presencia en la industria.

Marta: Comunicación y Liderazgo en el Fútbol Femenino

Marta Vieira da Silva, una de las futbolistas más famosas del mundo, aprendió inglés para jugar en equipos internacionales y comunicarse mejor con sus compañeras. Su dominio del idioma le ha permitido participar activamente en entrevistas y promover el fútbol femenino a nivel mundial.

Céline Dion: Conquistando el Mundo con el Inglés

La cantante canadiense Céline Dion nació en una familia francófona, pero aprendió inglés para lanzar su carrera internacionalmente. Gracias a su dominio del idioma, pudo conectar con un público más amplio y convertirse en una de las artistas más exitosas del mundo.

Sophia Amoruso: Idiomas y Negocios Globales

Sophia Amoruso, fundadora de Nasty Gal y autora de #GIRLBOSS, aprendió español mientras viajaba por el mundo. Su conocimiento del idioma le permitió expandir su empresa de moda a mercados internacionales, conectar con clientes hispanohablantes y abrir nuevas oportunidades de negocio en América Latina y España.

Toni Morrison: Literatura sin Fronteras

La renombrada autora estadounidense Toni Morrison aprendió francés mientras enseñaba en la Universidad de Princeton. Su dominio del idioma le permitió participar en festivales literarios internacionales y recibir prestigiosos premios en Francia, como el Premio Médicis.

El Idioma Como Herramienta de Transformación

Estas mujeres han demostrado que aprender un segundo idioma no solo mejora las oportunidades profesionales, sino que también es una herramienta para expandir horizontes, conectar con más personas y acceder a nuevas oportunidades a nivel global. En un mundo cada vez más interconectado, hablar otro idioma puede ser la clave para alcanzar nuevas metas y desarrollar una carrera sin fronteras.

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¿Qué pasa en nuestro cerebro al aprender un nuevo idioma?

Desde que nacemos, aprendemos una lengua gracias a quienes nos rodean. La hablamos, entendemos y más adelante aprendemos a escribirla, leerla y a hablarla correctamente. Nuestro cerebro almacena y procesa todo en esta lengua. El proceso de comunicación es tan natural como respirar.

¿Qué pasa cuando aprendemos un nuevo idioma? 

Según un estudio realizado por investigadores de la facultad de medicina de la Universidad Nacional Autónoma de México aprender un idioma distinto al materno aporta ventajas y beneficios prácticos, ya que incluso el cerebro cambia su fisiología y funcionalidad para adaptarse al nuevo lenguaje.

Un idioma nuevo favorece el crecimiento cerebral
Crecimiento cerebral y mejor concentración. 

Cuando aprendemos un nuevo idioma, las habilidades neuronales de nuestro cerebro así como la plasticidad cerebral se estimulan y promueven las habilidades verbales, cognitivas, y de procesamiento mental. La capacidad de análisis se incrementa y se favorece la retención de información y memoria.

Las áreas neuronales estimuladas durante el proceso de aprendizaje de un nuevo idioma fortalecen al cerebro y favorecen el crecimiento de la corteza y la sustancia blanca. Todo esto mejora las interconexiones neuronales y el funcionamiento general del cerebro. 

Otros beneficios 

Entre los beneficios de aprender otro idioma, es que mediante la estimulación cerebral al aprenderlo, podemos retrasar la aparición de enfermedades mentales relacionadas con la memoria como el Alzheimer, la demencia frontotemporal y la demencia vascular. Según estudios neurológicos, en pacientes de la India, Europa (Bélgica e Inglaterra), se ha demostrado que la aparición de estas enfermedades se puede retrasar de cuatro a seis años en pacientes bilingües.

Las personas que hablan mas de un idioma poseen capacidades cerebrales
avanzadas como mayor concentración y memoria

Por otra parte, las personas que hablan más de dos idiomas tienen mayor capacidad y habilidad para la resolución de problemas comparados con los monolingües o bilingües, debido a que mejoran las interconexiones hemisféricas agilizando las funciones ejecutivas y analíticas del pensamiento, esto les permite concentrarse y memorizar mejor.

Asi que, despues de conocer los beneficios que trae a tu mente aprender un nuevo idioma, no dudes en comenzar, la edad no es impedimento, y tu cerebro te lo agradecerá, sin contar los innumerables beneficios no solo para tu rendimiento cerebral si no también para tu autoestima, el poder relacionar mejor  con personas que hablan diferentes lenguas, y abrirte un panorama inmenso que un nuevo idioma puede traer a tu vida personal y profesional. 

Si quieres aprender un nuevo idioma mientras te diviertes, visítanos en http://love4learning.education, síguenos en Facebook o Instagram cómo @love4learningac o mándanos un mensaje a: http://wa.me/524427472292.

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Tradiciones del Día de San Valentín en México

Fuente: http://www.puntasayulitamexico.com

Ahora que febrero está aquí, muchas tiendas y restaurantes en México están siendo decorados con cupidos, cintas y corazones rosados. Vendedores ambulantes hacen sus rondas por las calles pregonando y vendiendo flores y globos en forma de corazón. El Día de San Valentín ya debe estar a la vuelta de la esquina.

A pesar de que la celebración del Día de San Valentín fue importada de Europa y no tiene ninguna base en la cultura mexicana, el país ha adoptado el día de fiesta con entusiasmo. Sin embargo, en lugar de ser simplemente una ocasión para celebrar el amor romántico, la versión de la festividad en México también incluye el reconocimiento de la amistad o afecto hacia cualquier persona que signifique algo importante. Aquí, el 14 de febrero es conocido como “El Día del Amor y la Amistad”. En México, como en otros lugares del mundo, el Día de San Valentín se celebra mostrando afecto a las personas que se aman. Esto se hace a menudo regalando flores, especialmente rosas, caramelos y globos a las parejas. Muchos mexicanos también obsequiarán pequeños regalos o tarjetas de felicitación a los amigos cercanos y miembros de la familia. El Día de San Valentín es la oportunidad perfecta para mostrar su agradecimiento por el amor y la amistad que tiene en su vida.

Una forma común de un joven amante para tratar de ganar el favor de su amada en la víspera del Día de San Valentín, es contratar a un grupo de Mariachis, una tradicional banda de 3 piezas. Los músicos acompañan al galán mientras él da serenatas a su amada debajo de su ventana. Esta costumbre, que no se limita necesariamente a día de San Valentín, se ha venido practicando en México desde la época colonial. Aunque no está específicamente relacionado con el Día de San Valentín, hay una tradición pintoresca y romántica que todavía existe en algunas partes de México. “El paseo” es un pasatiempo tradicional del domingo por la noche en muchos pueblos pequeños.

La costumbre es que los jóvenes de la comunidad se reúnan y desfilen en círculos alrededor de la plaza de la ciudad bajo la atenta mirada de los miembros de la familia. Los chicos pasean en una dirección y las chicas van en sentido contrario. Cuando un joven ve a una chica que despierta su interés, casualmente le da una flor en el momento que pasan uno al lado del otro. Si, en la siguiente ronda, la joven sigue llevando la flor, significa que no es indiferente a su joven admirador.

La tradición dicta que, en este punto, puede dejar a sus amigos e ir a caminar con el deseo de su corazón. Este es probablemente el origen de la expresión española “andar con” por el término en inglés “to date”.
Decirle a alguien “I Love You” en español puede ser un poco confuso, ya que hay dos maneras diferentes de decir lo mismo. Use “te quiero” para expresar el amor a los amigos cercanos y miembros de la familia. Sin embargo, si la sensación que desea transmitir es una más profunda, una romántica, utilice “Te Amo”.

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¿Qué tan diferente vemos el mundo según el idioma que hablamos?

Redacción* BBC News Mundo

  • 25 mayo 2020
La boca de una mujer hablando.
Image captionLa manera en que hablamos puede influir en cómo percibimos el mundo.

En el mundo se hablan cerca de 7.000 idiomas distintos. ¿Significa eso que hay 7.000 formas diferentes de apreciar una misma cosa?

En algunos idiomas aborígenes de Australia no existen palabras para «izquierda», «derecha», «delante» o «detrás». 

En su lugar, los hablantes nativos de esas lenguas utilizan el equivalente a «norte», «sur», «este» y «oeste», incluso en situaciones rutinarias, como en una cena: «Por favor, pasa la sal al este».

Puede parecer complicado, pero resulta que estas personas, en general, tienen un mejor sentido de la orientación. 

¿Quiere esto decir que la «realidad» se siente diferente de acuerdo al idioma que hablas?

Nombrar un color

La lengua nos sirve para «organizar un mundo de otra forma caótico en categorías identificables», dice Panos Athanasopoulous, profesor de lingüística en la Universidad de Lancaster en Reino Unido. 

«Nos proporciona etiquetas confeccionadas», explica el académico. 

Dos niñas de la tribu Himba en Namibia.
Image captionLos niños de la tribu himba pueden reconocer ciertos colores que son centrales en su cultura.

Sophie Scott, profesora de neurociencia cognitiva en el University College de Londres, le dijo a la BBC que «la forma en que los idiomas dividen el mundo también influye en la forma en que lo vemos». 

Por ejemplo, la palabra «puente» puede ser masculina o femenina dependiendo de la lengua en que se hable. Como resultado, Scott explica que las personas pueden reconocer distintos atributos a la hora de describir un puente. 

«Su utilidad o poder puede ser asociado más a lo femenino, mientras que su fortaleza y tamaño más vinculado a lo masculino», dice Scott. 

Por poner otro ejemplo de cómo los idiomas afectan nuestro pensamiento, Athanasopoulous le cuenta a la BBC sobre un experimento que implica nombrar un color en alguna escala entre el azul y el verde. 

«En varias lenguas hay términos para nombrar conjuntamente al azul y verde. Esto se encuentra en idiomas como el himba, hablado por tribus en Namibia», dice Athanasopoulous. 

«En un experimento, pedimos a los participantes que mirasen un azulejo y después de 30 segundos les mostramos una gama completa de colores. Les dijimos que escogieran justo el que habían visto en el azulejo. Sería difícil para un hablante del inglés, pero los himba lo hacen como si fuese un juego de niños porque ese color es importante para ellos», añade el académico. 

Por lo tanto, «uno simplemente no puede reconocer fácilmente colores que no están codificados en nuestro idioma nativo», concluye el profesor. 

Encontrándole sentido al mundo 

La idea de que los idiomas condicionan la forma en que percibimos la realidad ha experimentado altibajos en popularidad durante los años. 

Uno de sus máximos defensores fue el lingüista estadounidense Benjamin Lee Whorf, quien en 1940 publicó las conclusiones de sus estudios sobre una lengua nativa estadounidense llamada hopi. 

Viñeta azul sobre un fondo amarillo.
Image captionNuestro idioma nos proporciona etiquetas para organizar el mundo.

Whorf eligió este idioma porque los hablantes nativos del hopi y el inglés tenían distintas formas de concebir y expresar conceptos como el tiempo, o en palabras del profesor Athanasopoulos, «no eran observadores iguales del mundo».

Esto fue llamado el principio de relatividad lingüística. 

Pero la teoría de Whorf fue criticada por insinuar que los hablantes nativos de un idioma no serían capaces de entender conceptos que no existen en ese idioma. 

Sin embargo, otros argumentaron que de ser eso cierto, ¿cómo alguien sería capaz de aprender algo nuevo?

Diferentes teorías

Pero existen formas en la que los idiomas fuerzan a sus hablantes a estructurar y verbalizar sus ideas, según Christopher Hart, profesor de lingüística en la Universidad de Lancaster en Reino Unido. 

«La estructura de un idioma fuerza nuestra atención sobre ciertos aspectos de la realidad relevantes para un idioma en el momento en que se habla», dijo el profesor Hart a la BBC.

Una niña en una escuela de India.
Image captionLos hablantes de diferentes idiomas piensan distinto Speakers of different languages think differently according to the ‘thinking-for-speaking’ theory

Esta idea es llamada pensar-para-hablar, que significa que hablantes de diferentes idiomas piensan distinto, mientras preparan mentalmente el contenido del discurso. 

Lera Boroditsky, profesora asociada de ciencia cognitiva en la Universidad de California en San Diego, lo muestra con este ejemplo, la oración Bush read Chomsky´s latest book» (Bush leyó el último libro de Chomsky).

El idioma inglés requiere usar el tiempo adecuado (en este caso, el pasado), mientras que en indonesio no hay que cambiar el verbo para señalar el tiempo.

En ruso, se cambiaría el verbo para indicar tanto el tiempo como el género (especificar si se trataba de George Bush o su esposa Laura la que leyó el libro) e incluir información sobre si el libro fue leído parcial o completamente. 

En turco, se tendría que indicar en el verbo cómo se obtuvo esa información: si se presenció o si fue contada por una tercera persona. 

Obviamente es posible que todos pensemos de la misma manera pero que lo hablemos de forma distinta. 

Boroditsky afirma que va más allá de usar un vocabulario diferente. Los diferentes idiomas requieren que recolectemos la información adecuada para incluirla en lo que decimos. 

Poniendo los pensamientos en orden

Kuuk thaayorre es la lengua hablada en la pequeña comunidad aborigen de Pormpuraaw, en el norte de Australia, que no cuenta con palabras para «izquierda» o «derecha» o para la pregunta común: «¿Dónde vas?».

De acuerdo a Boroditsky, eso puede ser un problema para los hablantes no nativos. 

«La respuesta sería algo como ‘sur-sudeste, a media distancia’. Si no conoces tu orientación, es difícil pasar del ‘hola'», escribió Boroditsky. 

Cape York en el norte de Australia, casa de muchas comunidades aborígenes.
Image captionHablantes nativos aborígenes usan los puntos cardinales para expresar sus posiciones.

Todos pueden entrenarse hasta ser tan orientados en el espacio como los hablantes kuuk thaayorre, pero su idioma les obliga a prestar más atención a este aspecto particular de la realidad. 

Boroditsky halló que estas características también tienen implicaciones en la forma en que los kuuk thaayorre piensan acerca del tiempo. 

Su equipo les dio fotos mostrando una progresión temporal, por ejemplo: un hombre envejeciendo o una banana siendo comida. Luego se les pidió que las organizaran en orden cronológico. 

Los hablantes del inglés las organizarían de izquierda a derecha, los hebreos de derecha a izquierda. En ambos casos siguiendo la forma en la que escriben en sus idiomas. 

Sin embargo, los kuuk thaayorre, dice Boroditsky, las organizaban de este a oeste. En el experimento, esto sucedió así incluso cuando no se les dijo su orientación. 

Debido a que el lenguaje les forzó a entrenarse en ello, pueden ejecutar proezas de navegación imposibles para la mayoría de los humanos. 

Visualizando el tiempo

Así que la próxima vez que hables con alguien que nació y se crió con un idioma diferente al tuyo, recuerda que las percepciones pueden ser ligeramente distintas, incluso si se trata de cosas que consideramos universales, como el paso del tiempo. 

De hecho, los hablantes del inglés tienden a ver el tiempo como algo «por pasar» que sitúan «detrás». Mientras, los que hablan mandarín pueden situarlo al frente, atrás, encima o debajo. 

Arte tradicional aborigen en Australia.
Image captionLos idiomas están muy vinculados con la forma en que perciben el mundo.

A pesar de que muchos idiomas difieren, el profesor Athanasopoulos dice que esto no debe frenar que nos comuniquemos con personas de distinto origen. 

«De hecho hay una muy buena otra razón para aprender un idioma… ganar otra perspectiva del mundo», explica. 

El profesor reitera que, de hecho, nuestras diferencias pueden unirnos.

«La diversidad está en el corazón de la naturaleza humana y probablemente es la primera verdad universal de la humanidad», concluye el profesor. 

*Esta nota fue adaptada de un video de BBC Ideas. Puedes ver el video original en inglés en este enlace.